Вершы: Rakim & Ken-Y. Cruz Y Maldición.

He venido a decirte amor
cuanto te quiero...
Y por mas que trate
De no pensar en ti
No puedo...
No...
Y lloro,y sufro
Tan solo por que tu no estas aqui...
Y pienso que no es justo
Que siga yo sufriendo por ti

Tu eres mi cruz
Y mi maldicion
Por quien hoy sufre mi corazon
No puedo mas con esta precion
Quiero tenerte hoy...
Tu eres mi cruz
Y mi maldicion
Por quien hoy sufre mi corazon
No puedo mas con esta precion
Quiero tenerte hoy,hoy,hoy,hoy...

Recuerda cuando todo te lo dava
En mi brazos temblavas diciendo
Que tu me amabas
La ropa yo te quitaba
Eso ati te gustaba
Te asia cosas que tu nunca
Te esperabas,mai
Con mis pasiones,mis carisias y mis besos
Asi es que conmigo tu bajabas de eso
Tu sabes como yo nadie te hizo el sexo
Pero de orvidar te juro que estoy
En proseso y no miento

Tu eres mi cruz
Y mi maldicion
Por quien hoy sufre mi corazon
No puedo mas con esta precion
Quiero tenerte hoy...
Tu eres mi cruz
Y mi maldicion
Por quien hoy sufre mi corazon
No puedo mas con esta precion
Quiero tenerte hoy,hoy,hoy,hoy...

Mami dime quien te hace el amor como yo
Quien te lleva a las estrellas
De rosar tu cuerpo
Y que hace que tu sudes bailando lento...
No,no creo que halla otro...
Mami dime quien te hace el amor como yo
Quien te lleva a las estrellas
De rosar tu cuerpo
Y que hace que tu sudes bailando lento...
No,no creo que halla otro...
No,no,tu eres mi cruz y mi perdicion..

Yo he tenido mil mujeres pa olvidarte
Y te juro mami que lo que hago es recordarte
Cuando beso a otra creo que beso tus partes
Mai quisiera volver a amarte...

He venido a decirte amor
cuanto te quiero...
Y por mas que trate
De no pensar en ti
No puedo...
No...
Y lloro,y sufro
Tan solo por que tu no estas aqui...
Y pienso que no es justo
Que siga yo sufriendo por ti

Tu eres mi cruz
Y mi maldicion
Por quien hoy sufre mi corazon
No puedo mas con esta precion
Quiero tenerte hoy...
Tu eres mi cruz
Y mi maldicion
Por quien hoy sufre mi corazon
No puedo mas con esta precion
Quiero tenerte hoy,hoy,hoy,hoy...

Por Enid Rivera